miércoles, 6 de abril de 2011

RETRATO E ILUMINACIÓN (Tutorial)

Un retrato no se limita a mostrar bien la imagen del modelo, lo ideal es que se valla un poco más lejos para intentar relevar algún rasgo del carácter o la vida del sujeto retratado. Así mismo hay que prestar atención ala iluminación y la postura de la persona para que se complemente con lo que uno intenta reflejar.

Iluminación con flash de estudio.
Foto: Luis Marchán Romero

Dentro del mundo comercial de la fotografía se utiliza mucho la iluminación de estudio, peor ojo, no tenemos por que pensar que este sistema es el mejor porque lo utilicen los profesionales. Ellos suelen utilizar la iluminación controlada para poder trabajar a cualquier hora del día sin que por ello le afecte las condiciones del tiempo. La luz natural también puede producir unos resultados muy agradables, sobre todo cuando se trabaja al aire libre o valiéndonos de la luz que se cuela por un ventanal.

Hay que tener en cuenta que no toda la iluminación natural nos será útil, ya que el sol directo es muy poco aconsejable debido a que arroja unas sombras muy pronunciadas sobre el sujeto. Lo mejor en estas circunstancias es situarse en algún lugar a la sombra.

En interiores la luz que entra por la ventana resultará muy apropiadas para este tipo de fotografías, teniendo en cuenta aspectos como la dirección y la intensidad.
La dirección está determinada por la posición de la fuente de luz con respecto al sujeto. Así podremos decir que en un día nublado al aire libre, la luz proviene de todo el cielo y no posee una dirección fija, tampoco hay sombras marcadas y la cara de la persona presentará una iluminación bastante uniforme.

Iluminación natural utilizando la luz de una ventana.
Foto: Luis Marchán Romero

Ello será útil para algunos tipos de retratos, aunque por otra parte no destacará los contornos del rostro del sujeto, es lo que llamamos una fotografía plana, esto se solucionaría con una luz más direccional.

Esto se consigue cuando la luz proviene de una fuente definida (como la ventana más cercana en interiores). La calidad direccional de la luz hacen que algunas partes de la persona queden bien iluminadas, otras presente sombras y zonas con sutiles gradaciones que generan profundidad y textura.

La iluminación frontal, el la que la luz se sitúa tras la cámara, puede restar definición al semblante, mientras la luz lateral tiende a arrojar unas sombras muy densas. Lo ideal suele ser un termino medio entre ambas, de modo que la luz esté situada entre 30 y 60 grados con relación al sujeto.

La intensidad de la luz puede ajustarse tapando parte de la ventana o bien alejando un poco al sujeto. Cuanto más pequeña sea la fuente de luz con relación al modelo, más intenso será el efecto. La iluminación de estudio se basa en un principio muy parecido, aunque en este caso se ejerce u control completo sobre la dirección y la intensidad.

LA POSTURA DEL MODELO

La postura del modelo tiene una gran importancia para el éxito de la foto, cada fotógrafo tiene una forma diferente de interactuar con el sujeto y cada persona presenta un rostro y un carácter único, por tanto gran parte del resultado dependerá de la expresión del modelo y de su relación con la cámara.

(Foto: Luis Marchán)

CONSEJOS

La simetría no produce una imagen no produce una imagen natural. Si se coloca justo delante de la cámara sin más, el resultado parecerá en el mejor de los casos, forzado. La solución habitual que utilizan los retratistas consiste en girar el cuerpo del modelo hacia un lado, ladear la cabeza hacia la cámara y después hacer que dirijan sus ojos en la misma dirección. Aquí también puede probarse numerosas variaciones del ángulo, pero de cara a los primeros pasos supondrá un buen punto de partida.

El contacto visual es bastante común en los retratos, pero tampoco resulta imprescindible. Sin contacto visual toda la atmósfera de la imagen cambia. La cámara se convierte en mero observador, y ello nos brinda la oportunidad de mostrar a la persona bajo otra luz totalmente distinta.
Lo normal es fotografiar al modelo a la altura de los ojos, ya que este método es el que ofrece una mayor empatía entre el sujeto y el fotógrafo.
Por otra parte al disparar desde un ángulo ligeramente superior puede interpretarse una sensación vulnerabilidad y pequeñez, y si la persona levanta la vista hacia la cámara podrán lograrse interesantes expresiones.

(Foto: Luis Marchán)

En cambio, si se trabaja desde abajo se obtendrán resultados más dramáticos, que armonizan bien con los retratos masculinos.

En lo que respecta a las manos será decisión del fotógrafo si se incluyen o no en el retrato. Estas pueden convertirse en un excelente recurso a la hora de encuadrar el rostro, pero conviene evitar las posturas con la barbilla apoyada en ellas, ya que probablemente harán que la imagen quede demasiado simétrica. En lugar de ello pueden colocarse juntas en un lado de la cara, si bien es aconsejable evitar los antebrazos desnudos, ya que distraerán la atención y también captarán la luz.

Poses de cuerpo entero.
Cuesta algo más preparar las fotografías de cuerpo entero que los retratos de tipo busto. Desde un punto de vista práctico, hará falta un fondo mayor, más espacio y muy posiblemente una mejor iluminación. Lo más complicado será casi siempre la postura, y aquí conviene recordar algunas reglas básicas de la composición. De entrada habrá que tener en cuenta las lineas formadas por las extremidades del modelo y su influencia sobre el resultado. Y como aquí existen numerosos condicionantes, nos limitaremos a sugerir que el sujeto debe adoptar una posición natural y cómoda, tanto si está de pie como sentado. Uno de los peligros consiste en dar demasiadas indicaciones de colocación ya que estas harán poco a poco que la postura quede forzada y no resultará natural.

¿QUE PRETENDES AL HACER UN RETRATO?

La fotografía puede reflejar una cualidad universal (fuerza, juventud, sabiduría) o un rasgo individual (belleza). Así pues si intentas fotografiar la belleza como concepto, buscarás alguna modelo hermosa. Y si te concentras en la sabiduría, puedes recurrir a un venerable profesor.
Por lo general son los profesionales los que tienden a fotografiar a las personas como arquetipos, pero esta sigue siendo una buena manera de enfocar los retratos porque permite plantearse el mejor modo de representar dicha característica.


Esto significa que existe la posibilidad de añadir una dimensión adicional al retrato. de tal suerte, si la belleza representa para ti una piel suave y unos pómulos perfectos, buscarás maneras de realzar estas cualidades en tu modelo. Y si el carácter te sugiere arrugas y una mirada intensa, tratarás de usar una iluminación y un punto de vista que lo potencie.

(Foto: Luis Marchán)

Al mismo tiempo es aconsejable mantener una actitud abierta, ya que muchas personas son hermosas sin poseer una belleza clásica y muchos caracteres se alejan de los estereotipos.